No hay cole, no hay casas, no hay caminos, no queda nada. Sólo quien tenga jaima queda al resguardo del horror que han vivido. No quedan recuerdos ni víveres… Sólo barro y agua. Y agua con barro. Y barro. Y bajo el barro y el agua, los recuerdos, los víveres, la ropa, sus casas. El adobe no resiste y el abandono histórico al que relegamos a este pueblo me llena de indignación, y de vergüenza. Y de rabia. Pero la rabia no construye, la rabia no alimenta. Así que para encauzarla, este sábado 31 de octubre organizamos otro #happysaturday. Ya sabéis, todo el beneficio de ese día irá destinado a la ayuda a las refugiadas saharauis que lo han perdido todo. Os esperamos.
