Ayer fue un día muy especial en Mi Cabra Vegana y merece la alegría contarlo y compartirlo con la manada cabritil. Gracias por ser tan bonitas.
Gracias…
Volver de unas vacaciones maravillosas y no parar de trabajar. La tienda online, los pedidos de vacaciones, los que siguen entrando, los que llegan de los proveedores, ¡un no parar! Pero quiere decir que esto funciona. Y sonrío poquito para que no se estropee el sueño y no despierte nunca.
Despertar al veganismo
Por la mañana apareció una pareja, habían decidido dejar de beneficiarse del sufrimiento ajeno. Se pasaban al lado ético de la vida. Llegaban cargadas de preguntas, con la firme convicción de no dar un paso atrás y…, recomendadas por alguna de vosotras. Estas son las cosas bonitas. Cuando llegáis y decís que una cabrita os ha mandado a esta pequeña tienda de barrio. Y la llenáis de energía y esperanza. Yo sonrío. Sonrío siempre que entráis por la puerta. ¡Habéis llegado a un lugar seguro! Casa. En Mi Cabra Vegana hay paz. Y sueños, y planes, y besos y abrazos. Amor. Todo sólo gracias a vosotras, que habéis acogido este proyecto con los brazos abiertos y cada día me siento rodeada de cariño y buenos afectos.
La bolsa cabritil
Pasamos a la tarde… Llega una mujer nueva, Gema, con su hija -quiere dedicarse a hacer cosas bonitas por los animales no humanos-. Ayer vino bastante gente nueva la verdad (esto va, ya lo he dicho pero no quiero decirlo muy alto y por eso lo pongo entre paréntesis). Me cuenta una historia tan bonita que no puedo más que compartirla. Es vecina del barrio pero ni idea ni de la cabra linda ni de mis Mamás Kokores preciosas. Iba en el metro y ve a otra mujer con una bolsa cabritil. Le llama la atención. Algo le mueve por dentro y quiere preguntar, pero le da cosilla. ¡Normal! En esta ciudad tan individualista donde nadie habla con nadie… Llega su estación. Marcha. «Si pasa por delante mío le pregunto». Y Estela pasó por delante suyo. Y le preguntó. Y Estela le habló de la cabra. Y vino. Sonrío incluso con estos ojillos rasgados que se quedan casi cerrados de pura emoción. Al contármelo me estaba pareciendo tan bonito… Porque sabía que le había preguntado ¡porque ella estaba aquí mismo! Y su hija ya con las cosas claras. Le dije que también cuando era niña quería salvar y ayudar animales… Tras dar un montón de vueltas de campana estoy aquí, en mi eje, haciendo todo lo que puedo por crear un mundo libre de jaulas y cualquier tipo de opresión. Así que adelante. «Estela me dijo que me haga investigadora». Es que Estela es una crac, un activo fundamental en el movimiento antiespecista. Necesitamos investigadoras, activistas a pie de calle, en las instituciones, personas que se dediquen a leer cada día, activismo en todos los niveles y en cada rincón de la sociedad, personas que escriban, que comuniquen, personas sin miedo, personas que hagan lo que puedan, sea «lo que puedan» lo que cada una determine, que lleven consigo trabajada la interseccionalidad y la Justicia como eje transversal. Porque no todo vale ni todo suma, pero cuando se van juntando las piezas y nos vamos reconociendo… Eso es grande. Como Estela. Y como Gema y su hija.
La voluntaria de El Hogar
Para cuando nos despedimos de Gema ya estaba por la tienda otra mujer, también nueva. Reconoció algunas de las cositas de El Hogar que hay en la tienda, y la hucha que lleva aquí desde hace dos años. Cogió comida rica y una bolsa de la colección Perras, Zorras y Lobas. Supe ya, por la bolsa, que pertenecía a la manada. Es voluntaria de El Hogar y está por aquí de vacaciones. El Hogar… fruncí el ceño y puse mala cara. «Patriarcado en estado puro» dijo. Sabía que era de la manada… Aparecieron sus peques y la tienda se llenó de sonrisas.
La mención en el blog
Temino ya… ¡Pero es que ayer fue un día perfecto y maravilloso! Releyendo los correos que enviáis al facebook resulta que no vi uno del lunes. Era María, la responsable del blog y de las redes sociales de Elektra Madrid, un restaurante con propuestas vegetarianas estrictas en Chamberí. Han incluido a la cabra como uno de los supermercados ecológicos más saludables de Madrid. Que aunque no somos un supermercado ecológico, le encanta la filosofía cabritil y va en consonancia con la idea que quieren transmitir. Dejo enlace al artículo porque me hace ilu salir…
¿La diferencia fundamental con el resto de propuestas? Que en Mi Cabra Vegana vendemos sólo comida. Porque los animales no son comida. No lo son. Y vender restos de animales muertos, despellejados y en bandejas, por muy eco y muy bio que lo queramos presentar es propio del Pleistoceno y da mucho asquete. Es bien que nuestra filosofía se conozca y vaya impregnando a las personas. Me quedo con eso, que es bien bonito.
Gracias, gracias y mil gracias…
2 Comments
Gemma
Gracias Lourdes, la experiencia fue maravillosa. Volveremos, me encantó tu tienda y todo lo que había.
Besos
Lourdes Medina Ribagorda
Cuando queráis!!!! Abrazos mil!